Los denominados “costes hundidos” son aquellos costes en los que ya se ha incurrido y no se podrán recuperar en el futuro. Incluyen el tiempo, el dinero u otros recursos que se gastaron en un proyecto, inversión u otra actividad y que no se podrán recuperar.

Vivimos en un momento donde el resultado prima sobre el proceso, el corto plazo es más relevante que el largo y la oportunidad es más importante que la lealtad