“Sólo hay algo peor que formar a tus empleados y que se vayan. No formarlos para que se queden”, Henry Ford.
Tras esta frase del industrial norteamericano Henry Ford se encuentra uno de los mayores dilemas a los que ciertos empleadores se enfrentan en la actualidad. Digo ciertos, porque afortunadamente cada vez son más (yo me incluyo entre ellos) los que están convencidos de que lo mejor para alcanzar los objetivos es estar rodeado de los mejores, de los más y mejor formados. Hasta el extremo de, como dijo Steve Jobs:
“No tiene sentido contratar a personas inteligentes y después decirles lo que tienen que hacer. Nosotros contratamos a personas inteligentes para que nos digan qué tenemos que hacer”.
La importacia de la formación en la empresa
Solo a través de los mejores, de los que están más actualizados y son capaces de adaptarse a los cambios del entorno profesional actual, podremos, trabajando en equipo y haciendo un liderazgo adecuado, llevar a nuestras empresas hacia una posición y crecimiento imparables. Si tememos que nuestros colaboradores se marchen, tal vez debamos de mirar hacia nuestro interior para encontrar la razón. Una persona feliz, motivada y reconocida no se siente tentada a cambiar; generalmente los buenos colaboradores se van por cambiar de jefes, no por cambiar de trabajo.
La formación como factor clave
Teniendo claro que la formación de las personas es un factor clave del éxito para las empresas, la realidad es que es frecuente que por falta de recursos, o lo que es peor, por falta de visión estratégica, en muchas organizaciones la formación no forma parte de los presupuestos fundamentales de la gestión, lo cual no solo es fatal para dicha compañía, sino que es un perjuicio importante para las personas que la componen. Ello nos lleva a valorar las posibilidades de autoformación. De la misma manera que los gestores deben tener la formación de sus equipos como algo inexcusable, las personas tenemos que preocuparnos de estar perfectamente formados y actualizados para poder elegir entre las mejores opciones que se nos presenten.
No hace demasiado tiempo la asistencia a cursos, ponencias, etc, dependía de una fuente de financiación externa que nos diera la oportunidad de aprovechar esas oportunidades, pero en la actualidad y gracias a internet tenemos a nuestra disposición cuantos materiales, conferencias, textos, etc, creados por los mejores en cualquier especialidad que seamos capaces de imaginar, con lo cual no tenemos excusas para no estar formados.
La formación es imprescindible en la carrera personal y profesional
Al igual que las empresas han de convencerse de que la formación es imprescindible, las personas deben ocuparse de estar siempre a la vanguardia de sus aptitudes y habilidades, y no hay excusas para no hacerlo. Eso sí, hay que tener en mente que estar formado es vital para nuestra carrera personal y profesional, y que no es solo responsabilidad de nuestros empleadores, sino de todos y cada uno de nosotros.
Arturo Gálvez – Consejero de empresas
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