Networking social colaborativo
Dar para recibir en las redes sociales
De un tiempo a esta parte las redes sociales se han colado en nuestras vidas y se han posicionado como algo habitual y propio de nuestra rutina diaria. De la misma manera que nos levantamos a determinada hora y seguimos un guion que nos permite cumplir de manera eficaz con todas nuestras obligaciones reales (entendiendo el término como las pertenecientes a nuestra vida real), también lo hacemos con nuestras obligaciones virtuales. Tenemos a nuestro alcance multitud de redes que nos permiten estar en contacto con el mundo y con las personas que elegimos, y cada una de estas plataformas está creada de manera que podemos interactuar con nuestros contactos según el modo y manera en el que han sido diseñadas, y ello implica la responsabilidad en el uso que hacemos de ellas, más aun cuando lo que escribimos queda de manera permanente y seremos responsables de las consecuencias que de ello se deriven.
Hacer el uso debido de las redes sociales no solo es una obligación, sino que debe ser una responsabilidad, no solo por evitarnos consecuencias negativas a futuro, sino porque podemos crear una verdadera ola de ayuda y colaboración que, sin ninguna duda, nos reportará ganancias. La tecnología pone a nuestra disposición maravillosas herramientas de las que podemos sacar rendimiento, y uno de esos beneficios ha de venir a través de poner en valor quienes somos, lo que hacemos y los contactos que tenemos con el fin de enlazar necesidades y soluciones y colaborar a la mejora de los componentes de nuestra comunidad. Para mí, personalmente, este es el verdadero valor de las redes sociales, pero quiero insistir en que SIEMPRE ha de ser con el objetivo de ayudar y colaborar, y no para expandir una red de contactos sin más sentido que el tamaño.
Lectura sobre el networking social colaborativo
Hace unas semanas cayó en mis manos la publicación de mi buen amigo Cipri Quintas, titulado “el libro del networking” (lectura absolutamente recomendable, y yo diría que imprescindible) el cual me atrapó desde la primera página, y en el que el autor narra cómo ha hecho de la colaboración con los demás su forma de vida, de lo que puedo dar fe dado que lo he experimentado en primera persona. Tal vez Cipri lleva la cuestión a un nivel para el que son necesarias unas habilidades y actitudes especiales (él es una persona especial), pero cada uno de nosotros podemos hacerlo en nuestra pequeña parcela virtual. Como indico en el proverbio chino que precede a estas palabras, cultivemos personas (relaciones personales) y obtendremos un retorno muy superior al esperado. Las personas somos el mayor activo que tiene la humanidad y está en nuestra mano cuidarnos a nosotros mismos.
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Millones de gracias por hacer foco en mí estoy muy muy agradecido
un abrazo grande